viernes, 13 de abril de 2012

Nunca quise entrar en otro corazón que no fuese el tuyo..

Posiblemente no sea la primera vez que te diga estas palabras, pero te recuerdo que no será la última. Y es que esta mañana al abrir la ventana y ver como el Sol me cegaba por un instante, comprendí lo que es un día sin ti. Porque echo tanto de menos esa sonrisa que me nublaba la visión del resto de la realidad que me rodeaba, porque cuando estaba contigo sabía que el mundo podía volverse loco si quisiera, porque si venía un terremoto me pillaba con la palangana de la mano, por si acaso. Echo de menos estar contigo, reirme contigo y ser feliz contigo. Creo que ha quedado claro que sin ti no podría, no sería nada. He aprendido a vivir poco a poco a tu lado y es de lo peor que podías haber echo, pues ya no me quiero ir. Y sobre todo, gracias; un gracias muy sincero por todo lo que has echo por mí en todo este tiempo, porque a pesar de no verte siempre has aparecido cuando lo necesitaba, como si tuvieses un imán para saberlo.. Gracias por ser como tú eres, mi mayor tesoro 

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